El empeño de joyas, también conocido como préstamo prendario o pignoraticio, es un préstamo personal en el que tus joyas sirven como garantía. Al empeñar tus piezas de joyería, recibes una cantidad de dinero que deberás devolver, junto con intereses y comisiones, para recuperarlas. Actualmente en España las entidades que se dedican al empeño de joyas son los Montes de Piedad.
Aunque en el momento de la concesión del préstamo la joya queda depositada en las instalaciones del Monte de Piedad, con lo que la posesión se traslada al prestamista hasta que se cancele el préstamo, mediante el empeño conservas en todo momento la propiedad de tus joyas, al contrario de lo que ocurre con otras fórmulas asimilables como la “compra con pacto de retro” (técnicamente, compraventa con pacto de retroventa) en la que sí pierdes la propiedad de tu joya y que se promocionan como “empeños” cuando no lo son.

El papel del tasador es crucial en este proceso, pues él determinará el valor de tus joyas basándose en factores como el precio del oro, la pureza del metal precioso y la autenticidad de las piedras preciosas. Se emplea una báscula de precisión para valorar con exactitud el peso del oro.
Para comparar diferentes ofertas de empeño y otras operaciones que se publicitan como empeños cuando no lo son se debe considerar la Tasa Anual Equivalente (T.A.E.), que refleja el coste anual total del préstamo, permitiéndote visualizar un precio justo por el servicio, más allá de los abultados intereses mensuales que aplican de forma habitual los negocios dedicados a la compraventa de objetos fabricados con metales preciosos (popularmente conocidos como compro-oro).